¡Hola Emprendedora! Si estás leyendo esto lo más seguro es que ya seas una madre emprendedora o lo estés considerando y por eso lo ideal es que te nutras de información que te ayude a tomar decisiones más asertivas y de la misma manera, mejorar tu productividad tanto en el negocio como en la maternidad.
Para comenzar, recordemos que hay que ser absolutamente realistas y hoy no te voy a presentar ‘’soluciones mágicas’’ que a la mayoría les cuesta llevar a cabo, hoy te quiero enseñar algunas recomendaciones genéricas que te servirán a mejorar tus decisiones del día a día en tus diversas actividades y de esta forma, serás cada vez mejor en la organización de tus tiempos.
¡Nadie dijo que sería fácil! Quiero comenzar diciéndote que te comprendo cada vez que sientes que no puedes seguir, armonizar ambos aspectos de la vida (el negocio y la maternidad) requiere de una gran dedicación, sacrificio y determinación, aunque incluya altibajos, ten por seguro que muchas mujeres también han pasado por estos bajones pero la experiencia demuestra que a través de la buena actitud, se pueden conseguir maravillosos resultados.
¡A continuación te daré algunas recomendaciones que te harán pensar y actuar de manera más positiva y te ofrecerá maravillosas recompensas tanto en tu satisfacción personal como emprendedora y también en tu rol de mamá!
1.- Deja que la pasión por lo que haces se apodere de ti.
Antes de hacer algo con fines de obligación es importante que te sientas apasionada auténticamente por tu negocio, puede sonar cliché pero realmente la vida es corta y no vale la pena perder tiempo haciendo cosas solo por fines económicos, si amas lo que haces, tu trabajo no será ‘’una carga’’ y se convertirá en un plus importante en el balance de tu vida.
2.- Lucha fielmente por tus objetivos.
Al momento de plantearnos un objetivo es común que en el camino surjan trabas o situaciones inesperadas que nublen nuestra mente pero realmente dependerá de tu actitud poder cumplir con ellos, haz todo lo que sea necesario para conseguir destacar en tu negocio y demostrarle al mundo que las mujeres somos capaces de asumir retos y afrontar las dificultades que puedan llegar a surgir.
3.- Determina tiempo y espacio entre lo familiar y lo laboral.
Convertirnos en madres significa una enorme responsabilidad sobre la integridad del pequeño y en muchos casos, puede costar incluso despegarse de él pero sinceramente lo mejor que puedes hacer es que dividas las esferas entre el negocio y tu familia para conseguir mejores resultados en las distintas tareas a cada área de tu vida, esta es una clave importantísima al momento de mejorar la productividad y ten por seguro que mientras tú estés tranquila, gozarás de momentos familiares con mayor calidad.
4.- Vive tu sueño.
Muchas mujeres confunden el hecho de que al convertirse en madres deben dejar atrás sus proyectos e individualidad cuando en realidad resulta todo lo contrario, como dueña de tu negocio y cabeza de tu familia debes asegurarte de cuidar tu salud mental y perseguir tu sueños, esto te brindará una enorme satisfacción personal que verás reflejada incluso en tu dinámica familiar.
5.- En caso de que lo necesites, solicita ayuda.
En los últimos años se ha difundido mucho el mensaje de que las mujeres podemos ser multitask y aunque eso es absolutamente cierto, todas las madres emprendedoras deben saber que delegar a veces será una acción aliada para mejorar la estabilidad emocional y calidad de vida en general. Recuerda, mamá feliz, niños y hogar feliz ¡Deja el miedo y aprovecha al máximo la ayuda de tu pareja, familiares o guarderías!
6.- Toma tiempo para ti misma.
Las madres emprendedoras podemos recaer en el error de restarle importancia a nuestra individualidad y tal como te lo comenté en algunos puntos anteriores, esto puede ser nocivo para el autoestima de cualquier persona, así que al momento de desarrollar tu nuevo bloque de tiempos no olvides incluir al menos 30 minutos para ti misma, ya sea leyendo algo que te guste, viendo alguna serie, haciendo ejercicio o llevando a cabo cualquier actividad que te recuerde diariamente que tú también eres importante.